miércoles, 29 de diciembre de 2010

Muy obediente

En varios laboratorios Españoles, Ingleses y Estadounidenses después de muchos meses de laboriosa experimentación, observación e investigación han encontrado respuestas, por fin, a cual de los animales conocidos es el mas obediente. Se ha experimentado con ratones, cobayas, lagartijas, perros, gatos , elefantes, chimpancés, tigres, leones.... el número de animales podría llegar al infinito.
Se ha utilizado toda clase de métodos, técnicas de ultima tecnología, expertos en neurociencia... Se ha usado cualquier tipo de sustancia clínica, médica o inclusive tóxica, incolora, indolora, inocua, de gusto refinado, todos los medicamentos inventados por el ser humano, drogas duras y también blandas, sustancias psicoactivas, drogas, placebos, severos aceitosos....
Años de observación tras una rueda que gira, aquel perro de un tal Paulov, la caja de Skinner, nada, ningún animal jamas desarrolló la obediencia hasta limites tan elevados como el ser humano.
El individuo objeto de la investigación, es un individuo medio de cualquier nación, de clase media baja (la mas representativa) en España podría tratarse de un mileurista. La investigación solamente es válida a ciertos períodos de la vida y determinados años de su existencia. Existen sujetos todavía mas predispuestos a la obediencia sin rechistar a cualquier edad, pero estos son excepciones y tienen que ver con el fanatismo religioso. El experimento se desarrolló gracias a cientos de entidades bancarias en todo el mundo, donde se empezaron a realizar movimientos aleatorios, todos de claro signo negativo en las cuentas corrientes de cada uno de dichos individuos. Se ha podido determinar a través de las reacciones de los individuos observados, que mientras los movimientos eran de mayor cantidad mas terror se apoderaban de ellos y mas obedientes se volvían. Estos son capaces de seguir entregando obedientemente todo su sudor y esfuerzo de una manera ciega incondicional y demente al interés de la industria, los bancos y las grandes compañías a cambio de una poquita de tranquilidad.
El perro obedece cuando le tiras y le mandas a por un palo, el gato sabe donde no tiene que arañar (aunque a veces se le olvide) pero solo el hombre atemorizado sabe lo que tiene que hacer mucho antes de que su amo levante la voz.

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