Al comienzo de los tiempos las cenas navideñas solamente tenían un principio de reunión familiar. La característica que las diferenciaba de cualquier otro tipo de evento, es que estas se celebraban los días grandes de Navidad. Principalmente eran y son en muchos casos mero compromiso y tramite de regulación anual de las relaciones entre miembros de la familia allí invitados a esa mesa. Los nuevos tiempos nos traen nuevos tipos de cena navideña bien diferenciados, por un lado las cenas de trabajo y por otro están las cenas motivadas por nuestro entorno social como por ejemplo el gimnasio, un curso o la asociación Pepe Domingo Castaño. Estas se celebran generalmente en los días previos a Navidad y son una simple excusa para iniciarse en los días de excesos y despiporre.
Un factor común en todas ellas es que se sabe como empiezan pero no como terminan. Mucho depende del vino y del aire que flote en el ambiente. Hay cenas agradables y con temas ligeros, están se dan cuando los comensales se ven con poco frecuencia y apenas han tenido relación entre ellos. También esta la cena en la que los que acuden van "por que hay que ir" con mala uva problemas de excesiva cercanía, en estas recomendamos el uso de cubiertos de plástico y establecer horario de entrada y salida del local y uso moderado del alcohol. No podemos olvidarnos de la cena tipo Bacanal donde lo mas importante es que todo el mundo se dedique a sus vicios sin pudor alguno, preparado para cuando lo que vayas a decir sea igual de incoherente a lo que te van a contestar, estas acaban siempre con alguna pelea y dos o tres lagrimillas por lo que corresponda llorar, a altas horas.....
Otra característica común a todas las cenas son el tipo de invitados con los que te puedes encontrar. Hay personajes que se repiten o personas que repiten su papel en diferentes lugares; y seguramente siempre habrá uno o mas impresentables, otro con el que no te quisieras encontrar y se sienta cerca tuyo, otro que tiene historias o , chascarrillos para rato (que pesao.....), el cuñado, uno que nadie invito, otro que va ser su ultima cena con vosotros y el que paga el convite.
Siempre nos quedara la opción de quedarnos en casa y buscar excusa para no acudir al convite, siempre nos quedará esa opción y que nos sigan considerando un bicho raro.
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