sábado, 20 de julio de 2013

Maltrato

Alejar los malos tratos de todas nuestras vidas es algo muy difícil. Socialmente hemos logrado que actitudes violentas y maltratadores de mujeres o niños sean mal vistos. Pero, nunca acabaremos con la violencia y las malas formas.
Allí donde existe desigualdad y unos están en las manos de los otros siempre se genera violencia. Ésta, es una forma de garantizar poder, fomentar el miedo y garantizar que las cosas nunca van a cambiar. La violencia sea de estado, doméstica o en el entorno laboral siempre existirán. Es imposible acabar con ella.
Es muy raro ver en los medios oficiales casos de maltrato en centros de trabajo. Existe una terminología especifica al uso y que reduce casi todo al acoso personal. Vivir y trabajar nos dice que un acoso no es el único maltrato que sufre un trabajador durante su vida laboral. Existen gobiernos, asociaciones patronales, determinados sindicalistas interesados o trabajadores afectados como tú que persisten para que ganar unos cochinos de Euros te resulten muy difícil. No dejar desarrollar o impedir que tu vida sea como tiene que ser es sin duda un ataque a la dignidad. No necesitamos arrastrarnos por el suelo, trabajar quince horas diarias, eliminar o cambiar nuestros descansos y vacaciones para tener acceso a un salario que nos permita vivir sin ahogos.  El sentirse como un esclavo a día de hoy no sorprende a nadie ya. Formar parte de la maquinaria y ser un engranaje que cuando no funciona se sustituye por otro, tampoco. Aceptamos las condiciones. Convivimos con la violencia. No nos dejan señalar con el dedo a quién nos maltrata y nos jode la vida. Abre los ojos, trabajar no implica tragar con todo. En ningún sitio pone que además de buen trabajador sufras y entiendas con simpatía las iras del tirano.

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