jueves, 9 de mayo de 2013

Puro

Una semana después del primero de Mayo soy incapaz de asimilarlo. No puedo entender como una fiesta que nos pertenece a todos, acaba por ser de solo unos pocos. Es verdad: sindicalistas liberados o profesionales no deberían formar parte del decorado. Los sindicatos de las mayorías y la corrupción no hacen ningún bien al mundo del sindicalismo. Pero, hay que tener claro una cosa, ellos no tienen nada que ver con la acción sindical, ni con la lucha obrera. Ellos solo están ahí para mamar y no se menean porque el estado, también, defiende este tipo de organizaciones. Le interesa. 
Poco a poco ya nadie habla de Huelgas Generales. Despacito son muchos los que solo van a manifestaciones. Pronto desaparecerán la lucha como la conocimos. Quizás se acabará la lucha. Quizás no habrá mañana y nadie que pelee por él. Seremos caminantes a lo Walking Dead, despojados de nuestras vidas, dignidades y pensamientos. Destruimos, inconscientemente, la consciencia colectiva. Autómatas libres de pensamiento y ajenos del quebradero de las cabezas. Mañana seremos nada.
En la otra orilla, entretenidos, nos perdemos buscando un ideal. Un ideal tan puro para el que nunca nos ponemos de acuerdo. Somos grandes pensadores, sabemos filosofar sobre vida y trabajo. Deberíamos hacer tantas cosas como pensamos. Ahí sí encontraría pureza e integridad en personas. Por nuestros hechos nos conocerán. El resto solo son paparruchas. 
Yo estuve el 1 de Mayo allí, junto a muchos como yo. Creo en otro modo de lucha. Creo en el sindicato y en la fuerza de la suma de todos los trabajadores. Solidaridad, apoyo mutuo, acción directa y autogestión. Es lo que dice la CNT, es en lo que creo yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario