domingo, 19 de mayo de 2013

Zombie

En el cine, después del apocalipsis los supervivientes acaban buscando recursos y alimentos en grandes superficies comerciales abandonadas. Si la película es de George A. Romero seguro que por allí también caminarán hordas de hambrientos zombies. Atrapados en recuerdos de su anterior vida. Caminando por nuestras también vidas. Sonámbulos deambulando por lugares comunes. Caminos abiertos veinticuatro horas a vivos y muertos.
Seguramente, que muchos de ustedes se habrán sorprendido en medio de un hipermercado comprando cosas que no aparecen en su lista de la compra. Hay quién prefiere pasear por estos templos comerciales a un monte, un parque o una alameda. Caminar sin dirección por las secciones de electrónica, jardinería o comidas exóticas. Ojear el último libro del que todo Dios habla. Escuchar esa canción que salia en ese asqueroso concurso de aspirantes a cantantes. Dudar si debes comprar la oferta del día en la pescadería y esa misma noche das matarile a un pareja de bogavantes que compartían habitación desde hace varios meses. ¿Y porqué nosotros no podemos tener un plasma?. Qué bien me vendría esta depiladora de ingles a la brasileña. Es un caprichito sin importancia. Esta niña venga con los caramelos del Hello Kitty!.
 Pescado congelado, comida precocinada, alimentos tránsgenicos.... Usar y tirar, plásticos y embalajes para el reciclaje, ofertones, modas pasajeras.... 
Cuando uno asoma por estos lugares deja al sujeto que vive, trabaja, duerme y sueña en el parking de la entrada. El que pilota y carga el carrito de la compra no es un ser humano, es un zombie...

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