sábado, 10 de noviembre de 2012

Esclavos

La evolución, en materia de derechos laborales, desde los egipcios hasta la actualidad no ha sido más que un truco de ilusión. Desde el principio, de aquello que conocemos hoy como sociedades modernas y democráticas, en Atenas, se instauraron las clases sociales. Desde el principio, hemos servido a nuestro señor y poco a cambiado. Siempre, una gran mayoría, hemos estado al servicio de unos pocos, que además eran los dueños de todo.
Viviremos siempre en una desigualdad perpetua, basada en la sucesión, herencia o desdicha que cada uno es capaz de transmitir a sus hijos. Montamos en el carro. Maduramos pensando que algún día con trabajo y tesón escaparemos de la pobreza. Y por el camino todo son desilusiones. Toda tu vida acaba siendo solo trabajo. Lo poco que tienes se convierte en obsesión. Obsesión que se adueña de tí, para que nunca pierdas lo que tanto te ha costado ( y te cuesta) tenerlo.
Los mecanismos para que una persona sea feliz en su vida son muy difíciles de saber. En la antigüedad no existían salarios. En la actualidad existen factores externos como las hipotecas bancarias que modifican la conducta laboral a cada momento. Añadiremos al contexto actual  una crisis y un número elevado de  desempleo. Recordaremos también, qué cuando las cosas marchaban bien muchos fueron los que voluntariamente se empeñaron en colgarse una cadena al cuello. Muchos fueron los que se vendieron a cambio de una casa, un coche, un plasma o una bicicleta. No pueden quejarse en los tajos porque tiene una hipoteca, mandan a sus hijos a colegios privados o veranean siete días del año en Ibiza-Formentera... Venden la totalidad de su vida a cambio de muy poca cosa. Otros ya no pueden venderla y están de retorno al planeta Tierra por el lado más desagradable de la existencia.
Nos diferenciamos de aquellos esclavos que construían pirámides (sigo sin saber muy bien porque) en muy poca cosa. Nuestra vida es mucho más confortable, más cómoda y con más colores. Tenemos muchas más opciones y cosas para hacer en el tiempo libre (de momento). Aunque el mecanismo que nos atrapa y encadena sigue siendo el mismo. Ellos eran desposeídos desde el primer minuto, nosotros tenemos que pagar por todo. No somos nada de lo que parecemos sin Euros en el bolsillo. Las personas que dependemos de nuestro trabajo no somos nada sin él. Quedarte sin trabajo te aparta de la sociedad, quedarte sin subsidio y sin un chavo en la cuenta corriente te excluye totalmente .
Porque vivimos en un mundo en el que basamos la prosperidad en aquello de "el que más tiene". Porque nos gusta fardar de lo que no somos en realidad. Porque asociamos Winston, Nike, BMW o Mercadona con la felicidad y les damos todo nuestro dinero y lo poco que nos queda se lo lleva el Santander o el BBVA. Porque ¿cuánto tenemos que pagar por ser "felices"?.
Al final de cada mes justos hasta para comprar una barra de pan. Al final de cada mes preocupado porque viene el seguro o la contribución del próximo. Al final de mes acojonado por que se acaba el paro o en tu fabrica ya no hay casi producción. ¿Quién, se atreve a decir y pensar en alto al final de mes, qué no es un esclavo?

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