viernes, 9 de marzo de 2012

Lluvia Dorada

Esta lluvia nada tiene que ver con la lluvia de premios por la Lotería de Navidad. Tampoco con aquel Maná milagroso que cayó en el desierto. La idea original de regarnos a todos con agüita amarilla pertenece a Pablo Carbonell y los cachondos de los Toreros Muertos. Ahora un grupo amplio del sector empresarial, demasiado vivos, lo practican activamente con descaro. Su cálida orina carece de gracia o simpatía y además atenta contra la moralidad. Para ellos son momentos de ocio y disfrute.  Los dueños de empresas en España, valientes, han decidido quitarse la careta con el nuevo gobierno y el nuevo marco laboral. No vemos nada nuevo que se supiera ya con anterioridad. Rabiosos después de tanto tiempo mordiéndose la lengua. Liberados de tensiones porque  por fin llego su momento. Momento de hablar sin tapujos y soltar lo que de verdad piensan. Recientemente no paran de hacer declaraciones a la prensa. Cuando llega la última se sube otro poco el listón de la barbaridad. Hablan de beneficios y perdidas por la crisis, mientras ellos nunca tendrán un salario de 1000 Euros o incluso menor. Mucho menos un mini job. Miran con envidia las condiciones de sus colegas en territorios donde no existen derechos cíviles y mucho menos laborales. Comenzando un giro al subdesarrollo bastante peligroso. Al final Shakira tenía razón el día que Mariano ganó las elecciones generales "...porque esto es África".
El aspirante a gran empresario Español sueña con ser finalmente como Atila el Rey de los Hunos y por eso tributa al fisco sus rendimientos al 0 ó el 1%. Es dueño de una sociedad de inversión de capital variable o de una fundación con su nombre. Es un bárbaro y también por donde pasa no vuelve a crecer la hierba. Arrasa con todo y con todos.
En ciudades pequeñas y conservadoras (como León) los dueños de empresas familiares con larga tradición no paran de frotarse los ojos. Hijos o herederos de antiguos empresarios fascistas, rancios terratenientes, rentistas o arrendadores, extraperlistas o especuladores de nuevo orden también. Saben que la necesidad de quien vive por cuenta ajena apremia. Saben muy bien como esta el patio. Se aprovechan de la situación. Hacen de su capa un sayo. Y ciudades pequeñas como León se convierten en un corredor de la muerte para la clase obrera.
Las leyes hechas a medida del capital se olvidan del poder legitimo que emana desde el mismo pueblo. Porque no nos olvidemos que seguimos viviendo en una "democracia" o eso dicen. Esas leyes no nos protegen y nos dejan en porretas. No nos asisten como ciudadanos a los que se reconocen derechos y dignidad.
Cada día que pasa es más terrorífico. Poco falta para que nos pongan una argolla al cuelllo y vuelvan a encadenarnos de pies y manos. Nunca dejamos de ser esclavos. Volverán los faraones y las Grandes Dinastías de Parásitos sentados impunes en un trono. Regresará también el derecho de pernada, el diezmo y el vasallaje. Regresará la caridad del señor cura y nos recomendará que frente a la crisis comamos caca.
Paraísos como el de Islandia nos quedan muy lejos. Vivimos en una democracia a oscuras. Mientras la CEOE nos deja como opción a China o Laponia.

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