viernes, 2 de diciembre de 2011

Recortes

Vuelven las gaviotas. Vuelven tiempos oscuros. Tiempos de apretarse el cinturón y a la vez bajarse el pantalón. España ha parido.  Mariano Rajoy, presidente.
Pasan los días y seguimos sin saber cual será el plan de salvación del nuevo Presidente del Gobierno. Secretísmo, como cuando anuncian la segunda temporada de una serie de TV con mucho éxito. Hay muchas preguntas y dudas en el aire, aunque muchos sabemos más que menos que es lo que va a suceder. El tufo a mierda nos llega desde la Comunidad de Madrid o Castilla-La Mancha. El olor a quemado de comunidades como Galicia o Murcia no nos deja ni respirar.
No sabemos nada, pero es muy fácil de intuir. La fiesta comienza a terminar. Despierta, despierta, el mambo se va a acabar. El estado del bienestar, derechos sociales o laborales preparan sus maletas. Maletas con las que se van de viaje, en principio los próximos cuatro años. Cuatro años y con la condición de que los populares no se entronen durante mucho más tiempo en el poder.
Los Españoles hemos querido cambio. No queríamos que nos recortara Zapatero, preferimos que nos recorte Rajoy. Las derechas de toda la vida recortan mejor. Donde vas a parar. Ahora sí, ahora es el momento de recortar. Ahora con este Presidente, ya podéis recortar sin parar. 
Somos españolitos de recortable, como aquellas láminas para recortar con las que jugaban (sobre todo las niñas) hace ya la tira de años. En aquellas láminas entraban todo el vestuario y accesorios de un determinado personaje. Algunos personajes tenían más historia que otros. Otros solo tenían un par de pantalones. También los había con cientos de accesorios. Pero aquellas láminas tenían una pequeña trampa o más bien una verdad escondida. Todo aquello con lo que quisieras adornar o vestir al personaje solo era para la parte de adelante. Por la parte de atrás quedaban las miserias al aire. Si los recortables hubieran sido personas de Dios no tendrían ese reverso tan indecoroso. De frente te los podrías encontrar con una camisa de pana, un traje de lino o un abrigo de visón. Si te encontraras con él en la cola del Cine, el único abrigo que verías sobre su espalda serían dos pequeñas tiras en los tobillos, en la cintura, hombros, cabeza y espalda. Esas pequeñas tiras rectangulares  blancas con las que se fijaban cualquier cosa sobre las "mariquitas", que hacían una planta espectacularmente "atrezzada" pero dejaban la parte posterior bastante abandonada.
Así es como vamos a ser a partir de hoy. Como figuras de recortable. En apariencia no nos faltara de nada, pero si te fijas un poco te darás cuenta que también vamos con el culo al aire. Aznar decía que los Españoles durante su gobierno solo calzaríamos alpargatas. Con Mariano nos conformaremos con que si se nos tiene que ver las nalgas que por lo menos tengamos dinero para un bonito, pero discreto, tanga.

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