jueves, 7 de julio de 2011

El silencio

Casi siempre solo, rara vez en compañía de otros. Nos acompaña durante nuestra vida mientras miramos para otro lado, siempre buscando un sonido. A muchos les produce miedo o tristeza. El silencio estaba aquí mucho antes de que nosotros llegáramos para acabar con él. Y es que el hombre no sabe vivir en silencio, ni nunca aprenderá.
El ruido es un invento del ser humano. El ruido es un argumento (de muchos) en los que se apoya y fija nuestra vida moderna. En el ruido nuestros pensamientos y reflexiones se diluyen y no adquieren la gravedad y el peso que tendrían si los desarrolláramos en silencio. Mientras escuchamos ruido nuestra vida tiene una apariencia de plenitud, aunque no nos demos cuenta que solamente esta llena precisamente de eso; de ruido y nubes de humo que no nos dejan ver más allá.
Al silencio le acompañan la paz, el recogimiento, la reflexión, el pensamiento. Todo lo que acompaña al silencio es peligroso en estos, nuestros días. Todo lo que acompaña al silencio puede resultar molesto a cualquier tipo de autoridad.
Solo queda el valor del silencio que nuestra sociedad le quiere dar. El uso del silencio como arma potenciadora del olvido. Nuestro mundo equivoca el silencio con el olvido. Y precisamente en ese olvido (que quieren que confundamos con silencio)  pasan muchas cosas que no deberían pasar. Ese "silencio" no se rompe ( o no se debe romper)  y si alguien decide romperlo, el ruido se ocupara de que nunca llegue a ningún oído. Ese silencio (al que me refiero)  mata,  dispara,  doblega voluntades y margina. Ese silencio duele mucho y jode otras tantas vidas.
Ese mismo silencio aisla y sin querer protege nuestras vidas, las vidas de los que estamos para este lado. O quizás, nos da tan solo la falsa sensación de que estamos protegidos. El silencio, sin querer, también a muchos les aburre. Otros tantos solo lo practican a la hora de dormir....

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