miércoles, 30 de marzo de 2011

10 años sin Servicio Militar Obligatorio

Parece que aun fue ayer, pero ya han pasado diez años. Diez añitos de Ejercito Profesional y diez añitos de libertad para jóvenes que no tuvieron que ir al ejercito por imperativo legal.
Recuerdo aquellos meses antes de cumplir la mayoría de edad y como un día te llegaba la carta del Mínisterio de Defensa. En esa carta te informaban/ordenaban sobre como iban a ser y donde tenías que pasar los próximos meses de tu vida. Te comunicaban que al llegar la edad adulta había llegado el momento de servir al estado, a la patria y jurar la bandera Española. Te decían que era uno de tus deberes como Español y se olvidaban de algunos de tus derechos como persona. La carta a mi personalmente me produjo miedo y estuve alelado durante unos cuantos días.
El paso siguiente era concretar tu situación en ese momento(sí trabajabas, estudiabas, si eras Cabeza de Familía...) y en función de esto podías solicitar una prorroga o no. Yo disfrute de dos prorrogas por estudios de dos años de duración. Después en medio del proceso me perdí y me declaré objetor de conciencia (me faltaron pelotas para declarame insumiso) y pase al estado civil. Los objetores también tenían obligaciones con el estado y durante ese mismo periodo  que duraba la mili debiamos hacer labores de carácter social. A los insumisos solo les quedaba la cárcel 2 años 4 meses y un día que con el tiempo se suavizó (se disfrutaba en régimen abierto) pero, que un principio, fue una pena muy difícil de cargar sobre los hombros. Los que se negaban a ir a la mili se le cerraban muchas puertas y oportunidades además de la exclusión o discriminación social.
Con la llegada de José María Aznar al gobierno se acabaron los militares de reemplazo y se comenzó a profesionalizar nuestro ejercito patrio. Quien nos iba a decir que un gobierno  tan conservador y amante  de esta España nuestra, fuera el que acabara con aquella pesadilla o mal sueño obligado para tantas generaciones de españolitos.
Algunos recuerdan la mili con cariño, cuantas anécdotas y historias se vivieron para poder contarlas en la posteridad. Además para aquellos que la hicieron, la mili es tema comodín para romper el hielo e iniciar cualquier conversación, en cualquier parroquia repleta de personas de sexo masculino. Muchos fueron pensando que regresarían siendo hombres y regresaron echos unos desgraciados, mas vicíos no se podían aprender allí. De instrucción militar, maniobras, arrestos escalafones militares, rancho y pasar revista no se ná..... ni falta que me hace. Los amigos de la mili son para toda la vida, decían, seguro que a día de hoy muchos de estos no se frecuentan ni por el Facebook.
Átras también quedo el movimiento pro-insumisión, quizás el último movimiento en que se implicó con firmeza parte de la población juvenil española. Asociaciones y organizaciones antí-militar, conciertos y manifestaciones, pues hace diez años también de jóvenes contestatarios.
La mili al final no servía para mucho salvo si te decidías a sacar todos los carné de conducción. Un año y algunos tardaron mucho mas tiempo en acabarla. Tiempo tirado a la basura sin más, un año por que sí y ¿para que?

jueves, 24 de marzo de 2011

Japón siempre en vanguardia.

A nadie le cabe duda que cuando aquí pensamos en algo como futuro, en Japón eso mismo ya es pasado. Innovación, tecnología, investigación y futuro siempre nos vienen a la cabeza que pensamos en este país. Hoy todos tenemos a Japón en la cabeza por otros motivos. Lo de las últimas semanas en el país del sol naciente no nos deja pestañear y todavía no acabamos de asimilarlo todo por completo. Miramos más que observamos y respiramos aliviados dentro de nuestro propio egoísmo.
Me ha dado por pensar que sería de nosotros si toda esa tragedia se hubiera desarrollado aquí en nuestro país y no logro espamtar el miedo que me ataca en el caso de que esto ocurriera. Imaginense,  atrevánse a desvariar y piensen  durante un largo rato, seguro que se les pone la carne de gallina. 
Vamos a bucear mas en ese pensamiento. Por un lado piensen como sería la  tragedia para nuestro país y por otro como le afectaría a cada uno de nosotros a nivel individual. En España ímagino que un primer instante todos nos habríamos concentrado primero en buscar culpables antes que resolver el problema. En el congreso la oposición se desgañitaría en echar la culpa al presidente y el presidente le achacaría a la oposición la falta de programa. Los medios informativos considerarían que lo más importante  es  en como le afectaría la catástrofe a Paquirrin y Belén Esteban o al marido de la Jurado. No habría Liga de Fútbol Profesional en varios fines de semana y la gente se pondría de uñas. No conoceríamos ni la mitad de información de la que disponen los Nipones y lo poco que fuera público no sería totalmente fiable. Esperemos que ante esta situación no tuviéramos que volver a pasar el bochorno de ver a algún portavoz del gobierno asegurando que todo es una cosa de ETA, haciendo política pensando en futuros procesos electorales.
Ahora piensen en la histeria y el pánico cabalgando por España. Las cadenas de televisión conservadoras bombardeándonos con mensajes apocalípticos y las parroquias de barrio ganando clientela a costa de ese pavor. Los bancos aquí igual no se olvidaban de las hipotecas ni de los créditos por culpa del coche o el televisor de plasma....
Otro pensamiento que me asalta es la del espíritu de sacrificio de los 50 trabajadores que se quedaron en el central nuclear, aquí los pocos que se habrían quedado es por que están empeñados hasta los zancajos, son padres de familia numerosa, o son nuevos en el trabajo, el resto antes del aviso de alarma ya habría puesto pies en polvorosa.
Las ímagenes de calma, templanza y respeto a los demás del Japón aquí no tendrían nada que ver. Al grito de sálvese quien pueda acudiríamos a por provisiones y agua sin pensar que alguna persona pudiera quedarse sin nada,se crearían mercados estraperlistas y alguno vendería productos de primera necesidad por lo poco que lleve encima el panoli de turno. Piensen en sus compañeros del trabajo o vecinos compartiendo lo mínimo en un pabellón polideportivo, visualicen las caras fruto de esa desgracia sintiendo como una riada nos deja a todos a un mismo y único nivel.
Esta claro que nos organizariamos lo mejor posible, pero no tendría nada que ver a como lo están haciendo ellos. Lo que más impresiona es como han sabido dejar a un lado la catástrofe económica y solamente se han centrado en el drama humano(o es la imagen que han sabido dar). Japón siendo una gran potencia como es, tardara muy poco en recuperarse del asunto, pero no dejen de pensar como  afectaría  a países como el nuestro. Recuerden que una burbuja inmobiliaria nos explotó y todavía no reaccionamos. Una burbuja que destruyó empleo, economías familiares y todo un estado del bienestar que creció a la sombra del ladrillo.
Piensen como harían para vivir sin casa, sin coche, otras comodidades y además sin lugar de trabajo (o un sitio donde poder ganar dinero para vivir). ¿Como levantariamos aquí todo de nuevo? Por que Japón quizás se puede caer una y cien veces pero nosotros en estos momentos no nos podríamos caer ní síquiera una. Por que a la hora de impresionar siempre salimos en la foto junto a grandes potencias, pero a la hora de  enfrentarnos a nuestra miseria la realidad nos acerca mas a Portugal o Grecia le pese a quien le pese.

jueves, 17 de marzo de 2011

El futuro ya esta aquí

Señores no lo duden, el futuro ya llego desde hace tiempo y se instalo a traición con todos nosotros. Recuerdo como esperábamos impacientes al año 2000 o el 2050 y ahora sin querer vamos pasando las páginas del tiempo. 
Siempre imagine un futuro en el que una legión de robots reemplazarían al ser humano en todo lo imaginable; en el servicio domestico,en trabajos duros, como canguro de los niños... También soñaba con coches surcando el aire y autopistas a diferentes alturas. Las chicas dejarían de leer la Super Pop y el nuevo Vale. En el año 2000 viviríamos en rascacielos interminables y con una segunda residencia para las vacaciones en la Luna, o Marte. Solo comeríamos pastillas concentradas ultraenergéticas y dormiríamos en cápsulas de cristal con sueños elegidos a la carta. Vestiríamos de una sola pieza con prendas ceñidas y de colores vistosos. Todos trabajaríamos en casa, delante de un ordenador. Las agrupaciones obreras conseguirían por fin jornadas mínimas y bien remuneradas para los trabajadores .... ¡Ah! el futuro...
Tantas cosas soñamos que hoy parece mentira que llegara el 2010 y la cosa no fuera para tanto. Parece ser que no nos suplantó la numerosa legión de androides, por que a día de hoy nosotros trabajamos mucho más barato y somos útiles y serviles durante una indefinida cantidad mayor de años. El único problema a mayores es el de remunerarnos una jubilación cuando finalizamos nuestra carrera profesional, pero es un problema que poco a poco iremos solucionando. El trabajo pocos lo hacen desde casa y muchos sí son los que se lo llevan de allí a casa además como actividad complementaria a la jornada laboral. Nos relacionamos todos (jovencitas incluidas) de manera asocial en redes sociales delante de una pantalla. La gasolina y las hipotecas están por las nubes así que para que queremos coche y piso en las alturas. Comer podemos comer bien pero generalmente y debido a las largas jornadas laborales acabamos comiendo mierda, precocinados o comida basura, que silenciosamente apaga nuestra salud. No solemos soñar bonito ni elegimos con que soñar cada día y en el vestido gracias a Dios que nos alejamos del Tactel, aunque las modas y las marcas siguen imponiendo sus reglas a los humanos. En cuanto al movimiento obrero ya no somos clase obrera sino la clase media y un compañero me dijo que su niño le había preguntado -Papá ¿que es un sindicato? y no supo muy bien que contestar.
No es el paraíso precisamente, y a buen seguro que todos pensaremos con el tiempo que los de atrás siempre fueron tiempos mejores. Seguramente que para el año 3000 o el 2190 todo habrá cambiado una barbaridad, pero para entonces, ese sera el futuro de otras nuevas generaciones.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La Ardilla Gris

Guardaba siempre pensando en tiempos peores. Pensaba en el duro invierno y que no le dejara salir a recoger nada. La ardilla no descansaba, día a día, vivía solo para recoger bellotitas y piñones. Solamente descansaba un poquito cuando la luna ya no le dejaba ver. No respetaba ni siquiera los días señalados para el descanso.
Era imposible para una persona normal llevar la cuenta de las veces que entraba y salía diariamente de su madriguera. Había llegado a un punto de difícil retorno, pues donde otra ardilla habría considerado que ya no hacia falta recoger más provisiones y ponerse por fin a descansar, ella consideró que igual aún no era suficiente. 
La despensa se llenaba. La ardilla pensaba en ocupar parte de su vivienda con más provisiones, a modo de ampliación de almacén.
Pasaban los días y aunque el invierno llegó, los días todavía seguían siendo de temperatura agradable para una ardilla. 
Seguía terca almacenando en su casita. Ya no dormía ni siquiera en su vivienda. Y llego el día, que allí tampoco entraba ninguna bellota mas. Había perdido el sentido por completo. Decidió días después que  ahora sí ya podía descansar. A partir de entonces, pasaba los días mirando extasiada las riquezas amontonadas y se enorgullecía de su trabajo delante de otras ardillas , hasta que alguna le decía: - ...tu estas chaveta perdida!!!.
La ardilla le dio por pensar que por que no se hacía mientras, otra vivienda y esta al final la dejaba como estaba para poder hacer de despensa para la nueva. Eso estaría bien dijo. Así siempre aguantaré temporadas mas largas de malos tiempos, dijo también.
Comenzó la construcción y no mas había empezado a cavar en la tierra, cuando el frío y unas cuantas nubes negras cargadas de nieve se colaron en el bosque sin avisar. Se heló el termómetro de repente, se oculto el sol  y mientras suave y silenciosamente comenzó a nevar... y nevar.
 La ardilla sorprendida por las estrellas que formaban los copos al caer en el suelo se quedó paralizada. El frío del invierno estaba aquí, ya. Desesperada  camino hacía el almacén que anteriormente había sido su antigua morada. Presa del pánico comenzó a vaciarla. Mientras había vaciado parte de la entrada, la nieve impaciente dificultaba cada vez mas el desalojo de la ardilla. Y la nieve llegó al punto en que no dejo salir mas a la ardilla de su covacha. La nieve siguió cayendo e impuso su ley. La nieve y el frío son así, no entienden de ardillas avaras. La nieve y el frío no entienden de eso ni de nada.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Normalizando la caridad

Siempre  me pregunto cual sera la cantidad correcta que debemos dar a alguien que pide por necesidad, sin insultarle en su dignidad y sin dejar en mal lugar la nuestra. El otro Martes sin querer me encontré con la respuesta. La historia que les voy a contar es verídica y me sucedió en una céntrica pero apartada calle peatonal del viejo León. Allí me encontré un hombre, sentado en el suelo y apoyada la  espalda contra la pared. Enfrente tenía un viejo violín que asomaba de su desvencijado estuche abierto y en el que se podían ver varias monedas de céntimos de Euro. Yo, sinceramente en un primer instante no me había percatado de su presencia o simplemente no le dí importancia. Al llegar a su altura el hombre se incorporó y mientras se levantaba se quejo del frío o yo al menos así le entendí. Comenzamos a hablar, no hablamos mucho, pero me quedo claro que pasaba muchas horas pidiendo en la calle y que su cuerpo se resentía por el frío, apenas podía tocar, estaba cansado y hambriento. Todas las mañanas se dirige a buscar trabajo en las obras, pero siempre lo mismo no hay trabajo, la crisis, ¡vaya por Dios!. Yo dije que era una pena, que algo tan importante para la cultura como es un músico acabe en la situación que estaba él. Dijo que sí. Le pregunte si tenia techo, dijo que si, que tenía una familia y que pedía sobre todo para poder llevarse algo a la boca el y los suyos. Se lamento de la recaudación, pues no le llegaba ni para una triste barra de pan. Muchos solamente le dan monedas de esas que no quiere nadie, ni siquiera la máquina de la hora. De entre todas las modalidades de pedir considero que la del músico es la mas elegante. No me gusta que me hagan sentirme mal cuando me piden una limosna. Este hombre me hizo sentirme bien y el agradecido por darle  un poquito de calor sin  habérmelo pedido. Puedo entender perfectamente por lo que esta pasando y quizás vi todos mis miedos reflejados en él. Instintivamente le dí unas cuentas monedas en un acto puramente egoísta, por sí algún día yo también me veía en esa situación, y me comporte con él, como me gustaría que se comportase el mundo conmigo. Me fui a comprar tabaco, me devolvieron dos monedas de Euro y a la vuelta se las di  también a aquel hombre que me había removido la conciencia. Me dio las gracias y yo le dije ¡Suerte Compañero!.
Cuando regrese a casa lo recordé todo otra vez. Nunca me imaginé que cuando pides también cabe la posibilidad de que nadie te de o te den muy poco. A partir de este día intentare normalizar la caridad en mi vida. Intentare no convertirlo en virtud y no presumir de elllo. Intentare ayudar al que lo necesite sin pensar en mi mísmo. La próxima vez sí doy una ayuda me preguntaré si esa ayuda va servir de algo para el que la recibe , si con esa ayuda podrá comprarse esa barra de pan, un poco de fiambre o un litro de leche. Me olvidare de echar monedas de 0.01 ó 0.02 y  me olvidaré también de los billetes de mas de 50 Euros por que la soberbia también ofende.