Seguramente que las redes sociales puedan tener usos infinitos e inimaginables, pero por el momento, la revolución, es el mejor de todos los que se hallan echo anteriormente. Que duda cabe que los creadores de Twitter o Facebook jamás se imaginarían que su invento (sobre todo social) acabaría convirtiéndose en herramienta indispensable contra las dictaduras en Oriente Próximo. Un instrumento que en Occidente generalmente usamos para publicar nuestra vida privada o nuestras ideas más banales y que consideramos a nuestro propio juicio como ingeniosas. Algunos pensábamos que Facebook simplemente servía para buscar amigos, encontrarlos y añadirlos a nuestra lista interminable de amigos y personas de distinto sexo que nos resultan atractivas/os. Otros afirman que Twitter solamente sirve para mofarse de todo lo que diga cualquier personaje público y montar plataformas alrededor de la ley sinde. Pero no, la realidad es bien distinta, las redes sociales si la utilizamos inteligentemente son muy útiles para la comunicación. Y esto aunque parezca una obviedad lo que acabo de decir, lo digo, por que muchos se habían olvidado que comunicarse, no es solamente publicar tus fotografías del pedo del viernes, la ropa interior que llevabas en nochevieja o el moreno espectacular de las vacaciones en Palma; dos mancebos de ETA publicaron en una red fotografías celebrando la victoria de la selección Española de Fútbol, otra trabajadora en Canadá publicaba fotografías de actividades ociosas justo los días que en realidad tenía que estar descansando por una baja laboral......
Saharauis (en un conflicto no finalizado), después Túnez, Egipto, Libia , Bahreim, Yemen, Arabia Saudí y algún otro país más nos están dando una pequeña lección de como utilizar correctamente las redes sociales. Pueblos inmensamente ricos que a sus gobernantes no les importa que sus ciudadanos más humildes coman mierda. Una revolución les ha sorprendido y sin saber por que la red de redes ha tenido mucho que ver en ello. Hartos de corrupción, tratos preferentes para las familias de los dictadores, abusos, condenas injustas o violaciones continuadas de los derechos humanos, por fín se han echado a la calle (y a internet) y han pedido pacíficamente a su gobernantes que se vayan, por favor. En Oriente los cables de wikileaks no gustaron mucho, (aquí mas bien ni frío ni calor) se confirmaba que sus gobernantes no son más que directores de sucursal de la CIA y la USA y quizás esto contribuyo además de muchas otras cosas a que se encendiera la mecha. Miles de mensajes, vídeos fotografías, reportajes o paginas web de apoyo han abordado las redes sociales para pedirnos ayuda, por que se ahogaban por las ganas de libertad. Mientras los medios de comunicación oficiales siguen a lo suyo, muchos de nosotros desde Internet asistiamos a esa parte de la realidad tan trágica y desagradable a los cinco sentidos.
Desde aquí poco o nada hemos hecho por ellos, lo unico retwittetar todos sus contenidos para que nadie se quede sin saber que es lo que realmente está pasando. Difundir el mensaje y concienciarse no es poco pero todavía nos queda mucho camino por andar, para poder estar a la altura real de las circunstancias. Al final desde nuestro lado es muy cómodo y en la gran mayoría de los casos y aunque nos duela reconocerlo no es más que mero entretenimiento. Ojala algun día nos dignemos en este lado del mundo a coger el testigo.
A mucho nos da envidia que en sitios que en teoría van por detrás nuestro hayan podido expulsar a un dictador, al dictador de su país, al dictador que les ha esta estado jodiendo su vida. Ojalá aquí no le hubieramos dejado morir placidamente (y de viejecito) en un hospital después de cuarenta largos años de jodida represión ¿por que aquí llegarían tan tarde las redes sociales? o ¿por que se inventaría tan tarde Internet?
Después de esta gran lección de como usar las redes nada sera lo mismo, ni para nosotros. El poder mediático de la revolución podría acabar con problemas menos serios pero que nos agobian diariamente a todos y cada uno en su ciudad, en su casa. Yo estoy pensando seriamente en una revolución , a modo de protesta contra la reforma laboral y las pensiones, todos con los pantalones bajados, en calzoncillos, que se vea en todo el mundo, que así realmente es como nos quieren ver,eso si seguida y ofrecida minuto a minuto por el Twitter y Facebook.
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