lunes, 10 de junio de 2013

Salarium

Los Romanos acostumbraban a pagar con sal los servicios prestados a sus soldados. La sal por aquel entonces se empleaba como conservador de alimentos y era un bien apreciadísimo. Se crea, quizás sin saber, el trabajo remunerado y uno de los principios que más quebraderos de cabeza sigue dando en cualquier relación laboral.
Hace no muchos años las familias lograban subsistir con la entrada de un único salario (el del cabeza de familia). Hoy muchas casas son incapaces de sobrevivir con tantos salarios como miembros hay en la familia. Poco a poco, nuestros salarios van perdiendo la dignidad y poco a poco, nosotros con ellos. El salario era el único instrumento a través del cual los trabajadores optaban a tener vidas mejores y deseos de futuro o progreso.
Las Hipotecas desbaratan proyectos de hogares en propiedad. Los bancos olvidan el valor sagrado de los salarios. Los dineros no se destinan primero para alimentarse. Además de otros inconvenientes derivados del pago por la confortabilidad, el transporte o la comunicación social. Nuestra sistema de sociedad esta lista y preparada para engullir nuestros famélicos salarios en menos de diez días. El resto es supervivencia, abnegación y mucha, mucha, pero que mucha resignación.

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