sábado, 14 de mayo de 2011

Palabrita del niño Jesús

Lo reconozco, pertenezco a una generación que creció junto a la televisión. Nos creíamos la vida de las series de dibujos animados. Nos creíamos todos los cuentos infantiles que nos contaban en casa y en el colegio. Asimilamos aquello que decía la bruja Avería de: ¡Viva el mal, abajo el capital! pero sin saber muy bien porque. No eramos conscientes del mundo mas allá de nuestro ombligo. El telediario no contaba cuentos, o por lo menos eso era lo que pensaba, por aquel entonces.
Hoy día los niños viven menos alejados de la realidad. Las televisiones (y otros medios) no ofrecen una programación exclusiva para ellos. La infancia de muchos se desarrolla junto a programas de casquería y corazón abierto. Entornos de información sobre vidas privadas de personajes públicos, entretenidos y entontecedores de grandes audiencias. A parte de Pocoyo y  Caillou conozco pocos dibujos animados que traten a los niños como lo que son. Antes estaban Williy Fogg y Dártacan ahora Belén Esteban y el ex de Chayo Mohedano. Antes Espinete, ahora Paquirrín ¡puaghhhh!.
Es muy largo el camino, después de los cuentos infantiles. En ese camino un día sin querer te tropiezas con la verdad. Verdad que mientras caminas y avanzas ves que no es tan verdadera. La verdad tiene que ver muchas veces con como la cuentan y quién. Para poder emitir un comunicado (del tipo que sea) y tener credibilidad es necesario que se junten muchas variantes. Se puede decir que cualquier suceso no nos vale para denominarlo como noticia. Y puedo decir que no todas las noticias (sin sorprender a nadie) son verdad.
Cada día nos suceden a cada uno de nosotros, multitud de cosas que nunca serán portada en ningún diario, ni siquiera, regional. Mientras en el mundo sin embargo, a cada minuto suceden otras cosas que los medios si consideran de interés y lo constituyen como noticia. En estos momentos cualquier radio, periódico o informativo en televisión seguramente estén difundiendo cualquier noticia "importante". Llevamos muchos días a vueltas con la muerte de Bin Laden (sobre todo en Internet) y esto sin querer me ha conducido a un camino interesante en como y para que se hacen o construyen noticias.
Estamos en medio de un mundo con una gran cantidad de información (inabarcable) y difusión de la misma. Estamos tambien abrumados y muy confusos ante cualquier suceso. Nos venden propaganda por información y nosotros sin más nos la tragamos. Construyen delante de nuestras narices "verdades" mediante sucias herramientas y estrategias de información. La repetición de noticias contadas siempre de la misma manera, (sin cambiar un punto ni una coma) en determinados medios, crea dogmas absolutos, que para los gobiernos acaban siendo versiones oficiales y con el paso del tiempo nuestra misma Historia.
Ahora recuerden aquellas  lecciones en el colegio o el instituto sobre cualquier acontecimiento histórico y como se lo explicaba el profesor. El paso del tiempo hace que miremos determinados hechos con mayor capacidad analítica y se pueda explicar aquello de una manera objetiva. Seguramente, la Segunda Guerra Mundial no la explicaron, ni la explicarán los profesores de igual forma a sus alumnos en Alemania, que en Brasil, ni mucho menos en Estados Unidos. Las noticias de hoy son los momentos históricos del mañana y por eso es tan importante controlar y manipular la información pública. Lo que entendemos como histórico muchas veces tendría que ser denominado como fantástico. Lo que algunos saben pero no lo contarán, (o mas bien no les dejan contar)  no es versión oficial, porque con eso, dejara seguramente a alguien o algunos en muy mal lugar.
  Hoy el amo del mundo también quiere que cerremos los ojos. Obama quiere que pensemos en un mundo seguro ¿y feliz? por que ha muerto un integrista islámico que quizás, no estaba muerto estaba de parranda, ya hace 10 años. El jefe de todo esto quiere que pensemos que lo que él nos cuenta, es la verdad, verdadera, palabrita del niño (en este caso ) Dios.  Su versión de los hechos es la que vale y no nos cuenta ni nos enseña más porque no estamos preparados o podría herirnos nuestra sensibilidad.. Su versión esta llena de misterio e intereses ocultos. Su versión perdoneme Señor Obama, pero no, no me la creo.
No nos olvidemos que aquï en nuestro país se escribió parte de nuestra historia al margen los medios de comunicación. Solamente la visión esclarecedora de los hechos de un Mesías Español, nos hizo ver que solamente él tenía la razón durante muchos años. El nos enseño a no revolver en la mierda, a dejarla olvidada en un cajón. Información, memoria e historia conviven en nuestro país, y se olvidan de una parte de los nacidos aquí durante aquella época. Ahora  no les dejamos descansar tranquilos y siguen olvidados en muchas cunetas. Su nombre y su vida olvidados por la historia y arrinconados al único recuerdo de sus familias. No les dejamos ser noticia ni siquiera hoy, no damos este primer paso para empezar a contar de una vez nuestra propia historia real.
Tenemos que volver a aprender y luchar por nuestro derecho a ser informados de una manera digna. Apaga el televisor, escoge la información, analizala y verás. No tires ninguna información en saco roto. Nada se cuenta porque sí. Es nuestro momento: ¡mira, escucha y grita!!!.

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