martes, 2 de noviembre de 2010

Dar ejemplo


A la hora de seguir ejemplo es bueno intentar seguir ejemplos saludables para nuestra persona y nuestra vida. Seguir un buen ejemplo es como arrimarse a un buen cobijo las noches de frío. Recientemente han fallecido lo que podríamos considerar tres buenos ejemplos para ser persona. Personalmente, no pude llegar a conocer a ninguno de los tres, pero lo poco que pudo llegarme de cualquiera de ellos es mas que suficiente para poder calificarlos como tal. Símbolos quizá de un forma de vivir del pasado y que, poco a poco, vamos todos olvidando.
Preferencias a parte, me quedo con cualidades comunes a los tres, que considero dignas de mención, aquí y ahora: Primero, sencillez; cualquiera de los tres eran hombres sencillos de vida humilde y simple, que demostraban sus capacidades sin necesidad de artificio alguno. La constancia y la entrega otra virtud común a los tres, además de la pasión que volcaban en todo aquello que iniciaban y con lo que intentaban ser consecuentes hasta el fin. Personas de otro tiempo, un tiempo mas bonito y mas romántico, siempre en lucha constante por un mundo cada día un poco mejor. Vidas llenas de sacrificio pero seguidas en linea recta continua a pesar de los castigos, a pesar del que dirán y a pesar de que alguno los señalara y marcara para siempre inquisitoriamente con un dedo índice. Vidas llenas de un discurso claro, sencillo y cristalino. Grandes amantes de la cultura y difusores activos de la palabra hasta el mismo día de su muerte.
Otra cosa importante, era como diferenciaban su vida publica de la privada, sin por ello dejar de ser personas cercanas e importantes para cualquiera de todos nosotros. Personas que fueron mediáticas sin necesidad de vender sus miserias ni la parte de sus vidas, común a cualquier otro de los mortales. Personas que vivieron y que el único ruido que hicieron, es por el que hoy todos les valoramos. Personas que les recordaremos por su profesión y su ejercicio como seres humanos.
Se fueron, dejando un gran vacío muy difícil de recuperarlo. Se fueron y nos dejaron huerfanos de entendimiento, a quien vamos a seguir , si los que importan y nos guían van desapareciendo.
Es la hora de seguir y desde hoy seguiremos, comandados por cualquiera de ellos, allá donde estén, pero siempre muy vivos en nuestros recuerdos.

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