domingo, 17 de junio de 2012

Epidemia

El peso del día a día se torna difícil de llevar y poco liviano. Es por eso que la mejor manera de ver pasar la vida es haciendo cosas divertidas, carentes de sentido o significado y que no impliquen pensar mucho.  Una de las mejores maneras de perder tiempo es ver televisión. Si además, lo que ves es fútbol, tienes garantizado un par de horas empleadas en nada.
El fútbol durante estos días es el rey, a pesar, de la que esta cayendo. Es un virus que se propaga con fuerza entre la población civil y cuando con más fuerza se manifiesta es cuando juega nuestra selección. Además se produce el extraño fenómeno que a cada partido que gana España, más banderas nacionales se asoman a  los balcones y ventanas de los pueblos y ciudades. Banderas rojas y amarillas que señalan que en ese espacio vital habita un futbolero o una familia de futboleros. Banderas comercializadas en el bazar más cercano y fabricadas en China, bendita globalización. Yo digo, que lo mire por donde lo mire,  no encuentro ningún sentido a todo esto del orgullo de ser español, español, españolito simplemente por lo del fútbol. Afirmo también que, esta nación deslumbre por otras cosas o que por otro lado sigamos siendo cabeza de culo en tantísimas otras, parece que no importa tanto.
Dice la RAE que un imbécil es un alelado, poco inteligente. Debe ser que nuestro país es un excelso territorio de imbéciles. Con un paro galopante, una destrucción constante de empleo, constantes saqueos bancarios, un acoso continuado a la sanidad y la educación pública, perdida incesante de derechos y libertades.... aquí alguno, todavía.... ¿lo único que le preocupa, es el fútbol?
No voy a decir mucho más. Supongo que el fútbol cumple su labor social y ayuda en eso de "tener una ilusión". El fútbol es muy sano y produce muchos efectos que producen las drogas, sin tener que consumirlas: euforia, calma, desinhibición, risas y subidones. Y aunque existen muchos teóricos e historiadores del balompié, creo que, esa es una ciencia que no sirva para mucho en nuestras vidas. Es tiempo perdido y que a muchos mejor le vendría que lo emplease en leer un libro. Por que desde el fútbol muchos son los que promueven la ignorancia activa y otros miles de tantos que presumen de practicarla. El fútbol no es incompatible con otras cosas, pero eso, ya es cosa de cada uno.
P.D. Espero que Vicente y los chicos vuelvan pronto y sin ningún trofeo. Me dan pavor los días de triunfo de nuestra selección. Tengo miedo de los zombís en color rojo y amarillo. Me aterran las plazas tomadas por banderas nacionales. Odio tanto patriotismo idiota. Me acojono cada vez que escucho una canción del cancionero popular de Manolo Escobar coreada por miles de gargantas.

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