martes, 18 de enero de 2011

La noticia, no es el tabaco

Muchas veces me pregunto que es lo que tienen  algunas noticias para que se consideren de mayor difusión que cualquier otra.  Supongo que lo primero que determina esto es el interés para el lector, o por otro lado (que es lo que en realidad mas pesa) el interés del que lo publica. Hay días llenos de noticias  de actualidad  o del corazón, días enteros sobre coberturas de eventos deportivos, otros sobre el temporal que azota la península ibérica y por que no días llenos de noticias estúpidas con la única misión  de rellenar el vacío. Mientras tanto el mundo sigue, avanza y ocurren otros tantas miles de noticias para las que casi nadie mira. Es como el comentario aquel: "Yo al cine no voy a pensar..... a mi dame acción, tiros.... o a echarme unas risas". Mirar para otro lado no nos libra,  que mientras, las cosas que no nos gustan siguen ocurriendo y afectándonos del mismo modo.  
Creo que muchos nos preguntamos:  realmente, ¿que es una noticia? ¿por que de esta noticia habla todo el mundo? y  ¿porque de esta otra, no?. Algunas noticias no hace falta verlas en el telediario para que te llegue igualmente y a veces fenómeno extraño también, mas o menos igual, con la información parafraseada del informativo tal y como lo vio el sujeto que te lo cuenta.
Bueno, todo este rollo viene a lo que se puede llamar la segunda parte de las noticias, sobre esta que ahora nos ocupa y no nos deja ver otra cosa: el tabaco. No se si alguna vez les dio por pensar que a través de las noticias,  quien las cuenta y como las cuenta,  algunos pretenden crear opinión. El del tabaco es un tema dispar y de opiniones infinitas, cuyo único objetivo final quizás sea distraer y desplazar la atención de otros asuntos. La difusión de la noticia es tremenda en cualquier medio. Televisión, prensa, radio, Internet y luego el tema esta también por supuesto en los  propios bares, en la calle, en el trabajo o hasta en tu misma casa. Un compañero de trabajo muy acertado dijo que  poco mas y una guerra civil.
Es un tema en el que todos aportamos nuestro granito de arena y que sin querer revienta el modo tradicional de proceder frente a las noticias. Con esta noticia es muy difícil dirigir al ciudadano hacia una opinión única. La opinión  única o mas bien mediática suele siempre intentar resaltar ciertos valores de cada cosa, y manejar la información siempre para su propio interés. Cuanto mas generalizada es la opinión mas nos atrevemos a denominarla como pública y asumir que pertenece a la mayoría. En este caso (el de la ley anti-tabaco) lo único que importa es  todo lo contrario,  no vale ponerse de acuerdo para nada, hay que discutir y cuanto mas acaloradamente mejor. Además el goteo de noticias que alimentan la noticia principal es inabarcable. Hemos aprendido mucho estos días sobre sociedades gastronómicas, cigarrón en la calle, ligoteo gracias a la dichosa ley, los beneficios de no fumar, el nuevo olor que se apodera de los bares, en fin anécdotas que siguen alimentando una historia que en principio todos presumíamos más sencilla.
Al final no es mas que otro ejercicio maléfico de información como puede ser el de crear opiniones. Al mismo nivel, pues en ambos procesos ni nos dejan pensar con claridad, ni sabemos si  realmente nos entretienen. No nos engañemos, el que lleva, trae las opiniones y  las discusiones sabe muy bien  hacia donde quiere llegar y por que camino nos quiere guiar. Ojalá a partir de esta ley todas las noticias y el interés  que nos despierta fuera siempre así . Ojalá que a partir de hoy la opinión publica fuese en algunos momentos igual de crítica y  variada, que no fuera tan descarada la senda indicada. Otra logro seria ya que despertáramos por fin al mundo real y que  por las mañanas todos nos quitáramos el antifaz que algunos se ponen al tiempo de ir a la cama, para poder dormir mejor y más tranquilo.

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