lunes, 18 de octubre de 2010

Lamentable

El mundo que nos toca, en algún momento nos deja en una larga pausa, pasmados frente a las muchas cosas que nos pueden ocurrir pero que por lo que sea nunca llegaremos a entender. Me explico mejor, en la empresa en la que trabajo, desde hace mas de un mes, están con los preparativos de un expediente de regulación de empleo (ERE). Este ERE consiste en que mas de la mitad de los trabajadores verán su empleo suspendido durante once meses, un cuarto pasarían a una lista de espera para la suspensión y el resto no se verían afectados para nada.
Imaginense...., a estas alturas de trayecto todo lo que les pueda contar que va sucediendo es poco, muy poco. Después de ese período de pasmo inicial, he podido alejarme un poco de la situación y poder encontrar una palabra para definirla con plenitud Después de darle vueltas solo encontré una, LAMENTABLE........
Por que lamentable ha sido y es la manera de valorar a los compañeros, lamentable la hora de decidir quien se va y quien se queda (o pares o nones), lamentable lo propuesto por la empresa y lo conseguido por la "des-unidad" de los compañeros, lamentable todo lo que se pudo hacer y nadie nunca hará. Lamentable el silencio, la apatía, el movimiento cero. Lamentable aquel Veintinueve de Septiembre día de huelga general y el día en el que muchos decidieron entrar saltando una verja....
Lamentable (y patético) la manera de intentar meternos miedo, castigarnos y desmotivarnos para que los herederos de la empresa no pierdan la rienda, lamentable las relaciones personales y las amistades de conveniencia, lamentable los atropellos y abusos a compañeros y lamentable la ceguera voluntaria y orgullosa de aquellos miembros del rebaño los cuernos mas grandes.
Lamentable una empresa imponiendo sus criterios sobre nuestros derechos y pocos muy pocos, para poner la cara y recibir la bofetada con toda su fuerza. Lamentable lo que se hable, habla y hablara en corrillos y reuniones de trabajadores amigos del ejemplo y la correa. Lamentable las horas en compañía de toda esa camada ávida de trepadera y miles de puñaladas para aquel que ya directamente no les mira.
Lamentable lo que se hace por cuatro céntimos  en un trabajo dirigido por unos pocos cerdos.
Lamentable que siempre tengamos que oír la misma risa y el olor vayas donde vayas de la misma mierda.

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