jueves, 26 de agosto de 2010

Compañeros de pupitre

A veces nos enteramos de las noticias del telediario en cualquier sitio menos viendo la tele. El otro día mientras tomabamos el almuerzo en el trabajo alguien comento no se que había sucedido en una mina en Chile o Perú. El suceso venia a ser que unos cuantos mineros se habían quedado atrapados y después de tres meses habían podido comunicarse con el exterior a través del teléfono móvil. Además de mucho trabajo habían logrado hacer una pequeña fisura por donde les iban a poder alimentar y saciar su sed.. Imaginense que dimensiones puede llegar a tomar una charla de este tipo con los compañeros de trabajo.
Yo, mientras tanto perdido en una nube pensé: joder que putada tres meses sin separarte de tus compis para nada. Tres largos meses en la oscuridad sin alimentos y con los temas de compadreo eternos, si al final acabaríamos apreciándonos y todo. Tres meses de debates deportivos, oliendo a pies (seguro, aunque allí hubiera una ducha). Tres meses allí, entre morriñas de televisión y "garimbas".....
Desperté y respire con fuerza, estaba completamente convencido que tres meses de encierro podían ser mucho peor. Imaginense tres meses conviviendo en el mismo lugar cerrado con sus vecinos mas queridos, los amiguetes del gimnasio, tres meses en gran hermano o mucho peor aun quedarse encerrado no se sabe cuanto tiempo con su añorada familia.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El incendio

Caballos desbocados, cebras, elefantes bufando a trote cochinero, cocodrilos huyendo despavoridos, monos en algarabía, leones zumbando, serpientes acordándose donde se dejaron la muda....
La selva era un único rugido en el momento que las llamas empezaron a devorarla. La selva se partió en muchos pedazos y sus habitantes huían al grito de salvase quien pueda.
Los árboles y arbustos clavaron con fuerza sus raíces en lo profundo buscando poder encontrar un lugar seguro en el interior de la tierra.
Las comunidades de hormigas, termitas, abejas, arañas, moscas tse-tse, mosquito que propagan el paludismo y algún escarabajo sagrado y pelotero gritaron y zumbaron de terror.
Así cuando el sol calienta y arrasa la hierba de la sabana, la tierra grita y lanza su quejío, el terror y el miedo sacude a todos e iguala haciendo a los animales miserables todos de la misma condición.

jueves, 12 de agosto de 2010

El Caracol, Don Lombriz y la Señora Lombriz

Don Lombriz se miro al espejo y pensó que esa mañana estaba mas guapa que nunca.
Peino su rizada melena, se pinto los ojos y se coloco dos bonitos brillantes en sus amagos de oreja. Eligió un bolso a juego con sus zapatitos de piel y se dispuso a salir por ahí.. Aún antes de marchar, se dibujo una sonrisa de color rosa fresa con su barra de labios.
Don lombriz siempre se sintió mas señora que chulapo, aunque en el DNI era solamente Don...
Todas las mañanas se cruzaba con un caracol también en dirección a su trabajo. El caracol le dedicaba una mirada despectiva que empezaba en el pelo y acababa en sus zapatos, siempre desde detrás de unas gafas oscuras y un triste uniforme gris.
Esa mañana no iba a ser distinta y Don Lombriz se volvió a cruzar con el caracol. Poco a poco, se acercaba, poco a poco y Don Lombriz volvía a sentir aquella mirada que le enterraba.
Don lombriz resuelto y decidido,fresco como una lechuga soltó un enérgico -Buenos Días!!!!- ....
-¡¡¡HABRASE VISTO... QUE POCA VERGUENZZzzza.....!!!!!!!
-¿Acaso no ves quien soy yo? Por favor......
Don Lombriz ante semejante respuesta no supo que decir. A partir de entonces cada mañana  que se volvían a cruzar y tenia que aguantar otra vez cara a cara al caracol solo podía recordar lo que le había pasado aquel día que intento ser solamente un poco educado.

miércoles, 11 de agosto de 2010

El nuevo Barrio Sesámo

Con muchos menos años me imaginaba el futuro (del año 2000 en adelante) de muy diferente manera. Por ejemplo los coches irían por el aire sin necesidad de ruedas y ya nadie mas haría el imbécil el día de su comunión.
El futuro llegó y no tiene nada que ver con lo que imaginaba.
De  aquellos años me quedó el recuerdo feliz de la hora de la merienda y el barrio Sésamo. Allí (en el Barrio Sésamo) además de instruirnos y recordar cositas del colegio también sucedía mucho mas. Lo bueno es que a nadie le importaba a que se dedicaba Don Julián (el dueño del kiosko) o que tipo de relación había entre Epi y Blas. Nadie en aquel barrio tenia una vida transparente pero yo creo que en aquel momento nadie le dimos importancia o mas bien a ninguno nos importó...
Veinte años después a la hora de la merienda lo mejor es no encender la tele. Antes estaba Espinete, Don Pimpón, Chema el Panadero... Ahora Jorge Javier Vázquez, Belén Esteban, Karmele y seguro que alguien que les vende la farlopa. Se acabo la tele educativa.
A partir de aqui polla dura no cree en Dios....
Y lo peor de todo, a esa hora no hacemos mas que preocuparnos de la vida ajena (hasta la del kioskero).
El tiempo como nos va cambiando y seguro que el futuro no tiene nada que ver con como hoy lo imaginamos.