De como afectó la crisis a cada uno de nosotros algún día sacaremos conclusiones. Nos daremos cuenta que ésta, nos afecta en todos los planos personales, no solo en el económico. Y es que, aunque parezca mentira, la vida y cada una de sus facetas se estructuran de diferente manera en función del dinero. Dinero hace amigos, fortalece familias y forja amores eternos. Con dinero somos mucho más guapos, generosos e interesantes. Con dinero puedes viajar, comer bien, comprar lo que te guste y en caso de enfermar más posibilidades de sobrevivir.
Con la crisis se llevaron muchas razones para vivir, ilusiones y proyectos comunes. Con la crisis muchas parejas dejaron de funcionar. Nuestra vida como la conocimos se desmorona. El mundo como lo conocimos dejo de existir. Ya no somos gente guapa. Cambiamos la cocina francesa y vanguardista por el comedor social. Dejamos las reuniones de sociedad en el casino y en el club social. Volvimos a la piscina municipal, al merendero del pueblo y a la playa de nuestra ciudad. Nos reeducamos y nos reinventamos. No hay dinero para gastar. Cuando se es pobre no hay vacaciones.
Acabaron con lo de todos. Apreciar la belleza con las actuales condiciones es muy difícil. El verano no brilla y luce igual. Verano rácano de colores, solo generoso en el negro y el gris. Que lento pasa el tiempo en un verano así. Esta vez no nos dejaron desconectar. Nos robaron también nuestros descansos. Nos robaron los días de paz y tranquilidad. Nos quitaron la media sonrisa que alimentaba nuestro espíritu el resto del año. Porque recuerda la cara que traemos todos cuando volvemos de vacaciones. Recuerda que esas caras igual no las vuelvas a ver hasta que salgamos todos de este pozo....
